Días soleados, noches de samba. Olas de pura alegría. Ese inolvidable flechazo de verano.
Captura el espíritu brasileño de 1962, cuando nos enamoramos de la chica de Ipanema. Irresistible y soleada, esta fragancia icónica comienza con pistacho cremoso, mientras que un toque de caramelo salado se combina con pétalos de jazmín y vainilla.